El macrocontrato impulsado por Renfe para renovar su flota va a recibir un duro revés. Una de las empresas aspirantes, el fabricante canadiense Bombardier, ha decidido impugnar el proceso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) por las condiciones descritas en los pliegos del concurso público por 2.642 millones de euros, el mayor pedido de trenes de la historia de la compañía española.

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