El día 1 de febrero de 2021 se ha publicado, en el diario ABC, un artículo de Germán Fernández Farreres en el que opina sobre las medidas de “modernización” de la Administración llevada a cabo en el Real Decreto Ley 36/2020.
El permanente objetivo de la reforma administrativa -permanente porque o bien fracasa o porque, en caso de tener éxito, quien aspira a gobernar siempre considera que hay que corregirla- está encontrando en la última década renovados motivos y justificaciones. Las sucesivas crisis de todo tipo que nos están arrasando se han erigido en el motor de continuos planes de reforma de la Administración, confirmando así que la bandera reformadora es un valor político del que no se puede prescindir. Quien no presente a los electores un amplio programa de cambios no puede aspirar a gobernar. Y es que la estabilidad y mantenimiento de cualesquiera regulaciones preexistentes, como regla general termina identificándose con un inmovilismo e ineficacia rechazables. Todo gobernante -y sobre todo, todo aspirante a gobernar- inexorablemente ha de disponer y ofrecer un amplio programa de cambios y reformas. Sin ese programa no hay futuro. Cuestión distinta es que, cuando llegue el momento, el resultado final sea mera simulación o pura cosmética…
– Ver artículo: https://www.iustel.com/diario_del_derecho/noticia.asp?ref_iustel=1207514&utm_source=DD&utm_medium=email&nl=1&utm_campaign=1/2/2021