La regulación, supervisión y control de las obras que contratan las Administraciones no están a la altura de su peso en la estructura económica

    La contratación pública —es decir, las tareas de las Administraciones que estas no ejecutan directamente, sino a través de otros agentes económicos— constituye un sector económico de enorme y creciente importancia. En España supone un 13% del PIB, equiparable al potencial de una actividad como la turística.

    Y, sin embargo, su regulación, supervisión y control no están a la altura de su peso en la estructura económica. Ni a la de las asechanzas de los grupos de presión, los favoritismos y la corrupción.  Casos como la Gürtel, la red Púnica o la extorsión del 3% en las obras públicas en Cataluña—o los infinitos contratos legales pero adjudicados a dedo por las distintas Administraciones— podrían evitarse. O al menos, limitarse….

    – Ver noticia: https://elpais.com/elpais/2019/08/22/opinion/1566493958_738400.html